La brecha orgásmica: vive plenamente tu vida sexual

La brecha orgásmica: vive plenamente tu vida sexual

Si has oído hablar de la brecha orgásmica y quieres saberlo todo sobre el tema has llegado al artículo adecuado, en el momento preciso.

Hoy vamos a contarte por qué es tan importante conocer a qué se refiere este concepto y por qué el conocerlo puede mejorar notablemente tanto tu vida sexual como la de tu pareja.

¿Qué es el orgasmo?

Antes de adentrarnos en la explicación acerca de qué es la brecha orgásmica, nos parece interesante definir qué es exactamente un orgasmo, ya que existe una cierta idealización que muy habitualmente no se aproxima en nada a la realidad.

Se suele definir el orgasmo como el punto álgido de excitación y la descarga de tensión que se produce durante una relación sexual o durante la masturbación. No obstante, podríamos decir que, si bien esta definición es cierta, el orgasmo es una parte más del sexo y no tiene por qué ser la más importante ni la que más disfrutemos.

Si nos circunscribimos al aspecto fisiológico, al alcanzar el orgasmo aparecen en el cuerpo femenino unas contracciones involuntarias que corresponden a los músculos perivaginales

y perineales. Estas contracciones duran unos pocos segundos y la mujer experimenta un intenso placer en la vagina que se extiende por toda la pelvis.

Esto es lo que sucede en el cuerpo, pero la vivencia de cada persona es única y puede ser absolutamente diferente entre una mujer y otra.

¿Qué es la brecha orgásmica?

La brecha orgásmica, un tema que últimamente está adquiriendo una gran relevancia, se refiere a una situación que lleva generaciones pesando sobre la sexualidad de las mujeres.

Esta brecha surge cuando las mujeres mantienen relaciones sexuales con hombres y se refiere a que llegan a tener una cantidad de orgasmos muy inferior a la de ellos.

Por supuesto que tanto las mujeres como los hombres estamos diseñados fisiológicamente para tener orgasmos. Sin embargo, la realidad nos indica que los hombres tienen orgasmos en prácticamente todas sus relaciones sexuales, pero en el caso de las mujeres esto no es así. Incluso, hay mujeres que aún teniendo pareja no han disfrutado jamás de un orgasmo con ella.

Hay investigaciones sobre el tema en las que se les ha preguntado a mujeres y hombres con qué frecuencia tienen orgasmos en sus relaciones íntimas. Y los datos concretos indican que solo el 30 % de las mujeres ha tenido orgasmos frente a un 90 % de los hombres. Es decir, solo 3 de cada 10 mujeres alcanza el clímax cuando tienen relaciones sexuales con hombres.

¿Por qué existe la brecha orgásmica?

Para comprenderlo mejor tienes que pensar en la brecha orgásmica como si se tratase de la archiconocida brecha salarial.

Toda la vida se nos ha dicho que la diferencia de cantidad de orgasmos está en que la anatomía de las mujeres es mucho más compleja que la de los hombres. Tienes que saber que esta es una vulgar mentira. Y la prueba está en que aproximadamente el 86 % de las mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres llega al orgasmo. Además, La brecha del orgasmo es superior en relaciones sexuales esporádicas que en las estables.¿Curioso, verdad?

Estos números nos indican claramente que no se trata de una cuestión anatómica, sino de educación y cultura. A las mujeres se nos ha educado sexualmente de forma diferente que a los hombres. En tanto que la sexualidad de ellos se ha visto siempre como una necesidad biológica imperativa, la sexualidad de ellas se ha visto invisibilizada y silenciada durante siglos.

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Los hombres han tenido, desde siempre, mucha más libertad para explorar sus cuerpos y también para expresar sus deseos. Se habla de las masturbación masculina con muchísima soltura y de forma normalizada. En cambio, es mucho más difícil dar por sentado que las mujeres se masturban. Si bien actualmente hay muchas menos restricciones a ese respecto, aún sigue siendo un tema que permanece relegado a la vida privada.

La realidad es que esta situación tiene muchas más implicaciones de lo que parece a la hora de que ellas no puedan no lograr la misma cantidad de orgasmos que ellos. A saber:

  • ●  Por una parte hace que las mujeres no lleguen a conocer su propio cuerpo y por ende, no estén tan capacitadas como un hombre para proporcionarse placer. Y si no saben cómo funciona el mecanismo de su propio placer, difícilmente puedan transmitir a sus parejas la clave para satisfacerlas.
  • ●  En otro orden de cosas, las mujeres han sido educadas para brindar placer y no para recibirlo. Esto hace que siempre pongan las necesidades de su chico por delante de las propias.
  • ●  Esta falta de educación da como resultado que se termine viendo la penetración como lo más importante dentro de una relación sexual y también marca la eyaculación masculina como el objetivo de la misma.
  • ●  Si la penetración es considerada fundamental, el clítoris y su estimulación se convierte en el gran olvidado. Lo que hace que ellas no alcancen el orgasmo durante la relación estando con un hombre.En resumen, la falta de conocimiento sobre el propio cuerpo y el protagonismo que tiene el pene y la eyaculación masculina dentro del coito, dan por resultado la tan injusta brecha orgásmica. Lo cierto es que, como nos enseña el sexo tántrico, el orgasmo no tiene por qué ser el fin último de una relación sexual: se puede tener una relación sexual plenamente satisfactoria sin llegar al climax.Desde nuestra experiencia como masajistas tántricos, te sugerimos que trabajes intensamente sobre el conocimiento de tu cuerpo y de tus sensaciones, de modo que seas capaz de transmitir a tu pareja cómo ha de proporcionarte placer y poder así consensuar y disfrutar tanto como él en vuestra intimidad.

    ¿Y tú cómo vives la brecha orgásmica? Déjanos tu experiencia en los comentarios y aprendamos entre todas

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